En Chía, durante los primeros días de la Semana Mayor, el municipio ha sido testigo de la ferviente celebración religiosa, especialmente marcada por la participación activa de los hijos de alférez, una tradición arraigada en esta comunidad.

El alcalde Donoso se unió a las procesiones, acompañando y alentando a los pequeños del municipio que forman parte de esta arraigada tradición. Asimismo, contó con la presencia y el apoyo del equipo de Gestión del Riesgo, y sus entidades, Defensa Civil, Bomberos, Policía Nacional y agentes de Tránsito, quienes velaron por la seguridad de los niños que recorrieron las calles de Chía.

Desde el lunes hasta el miércoles, las calles del centro histórico se vieron adornadas con las procesiones de la Virgen de los Dolores y la Resurrección. En este marco, los más pequeños se sumaron a cada una de las celebraciones, inmersos en el espíritu de la ocasión. Además, se llevó a cabo una Pascua infantil, en la que los niños visitaron diversas fundaciones para compartir enseñanzas sobre la religión.

La Semana Santa en Chía no solo ha sido un tiempo de reflexión y devoción, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios con la participación de las bandas marciales de las Instituciones Educativas Oficiales y el turismo que se vio potencializado en diferentes sectores.