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Así avanzo la Tercera Sesión del COMUPAZDH

Así avanzo la Tercera Sesión del COMUPAZDH

En un paso hacia la construcción de una cultura de paz y respeto en los escenarios deportivos, la administración municipal de Chía llevó a cabo el Tercer Consejo Municipal de Paz, Reconciliación, Convivencia, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (COMUPAZDH).
A la jornada en la cual asistieron secretarios, directores de la administración municipal, líderes comunitarios y representantes de las principales barras de fútbol con presencia en el municipio, tuvo como objetivo consolidar estrategias colectivas que fortalezcan la convivencia y reduzcan comportamientos violentos o discriminatorios, especialmente en los espacios donde se desarrollan encuentros futbolísticos.

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Así las cosas, durante la sesión se socializaron los avances de una caracterización técnica y social realizada a las barras futboleras activas en Chía, que permitió conocer en profundidad sus dinámicas internas, estructuras organizativas y propuestas comunitarias.

El estudio que incluyó a Vendetta Sur Chía y Chía Albirroja (aficionadas del Club Independiente Santa Fe), Primera División Atlético Nacional y Chía Azul (seguidores del Club Millonarios), como parte de un proceso institucional liderado por la Secretaría de Salud del municipio, fue fundamental para entender su rol como agentes de transformación territorial y su potencial para articularse con políticas públicas de inclusión y prevención.

De esta forma, mediante encuestas aplicadas y espacios de diálogo, se identificaron rasgos comunes entre los grupos, como el sentido de pertenencia, la expresión cultural y una marcada disposición al trabajo colaborativo con las entidades locales. Aunque cada barra presenta particularidades en su conformación y propuestas, todas comparten un mismo objetivo: la transformación positiva del territorio y la consolidación de espacios legítimos de participación ciudadana.

Como resultado de lo anterior, los líderes de las barras futboleras adquirieron compromisos formales junto a representantes de derechos humanos, en los que se plasman acciones concretas para promover la paz, el respeto y el civismo en sus entornos:

Trabajo comunitario y convivencia:
Cada barra se comprometió a colaborar activamente con las juntas de acción comunal y la comunidad de sus sectores, fortaleciendo la solidaridad y fomentando una cultura de convivencia.

Cultura del diálogo y resolución pacífica de conflictos:
Se acordó la adopción de códigos de conducta basados en el respeto mutuo y la no violencia, así como la implementación de mecanismos internos de mediación para resolver desacuerdos sin recurrir a confrontaciones.

Educación ciudadana y cuidado del espacio público:
Los barristas promoverán entre sus integrantes el cumplimiento de normas de convivencia urbana, la disposición adecuada de residuos y el respeto por la tranquilidad de los vecinos, cuidando los espacios públicos que comparten.

Seguridad comunitaria:
Las barras también se comprometieron a contribuir activamente a la seguridad de sus barrios, promoviendo conductas responsables que prevengan situaciones de riesgo y fortalezcan el entorno social.

Este ejercicio demuestra que el fútbol, más allá de ser una pasión, puede convertirse en un motor de transformación social, inclusión y paz. Por ello, Chía reafirma su compromiso de continuar fortaleciendo este tipo de iniciativas que dignifican el rol de los jóvenes como agentes activos de cambio en el territorio.